Si hay en Sevilla un barrio con ARTE, sólo puede tener un nombre, TRIANA.
Los tiempos cambian pero el castizo trianero ahí sigue. Ya no llegan a sus muelles los veleros de América, ya no es el centro vital del intercambio comercial de antaño. Nada es igual a como era ayer, pero TRIANA… sigue siendo puro arte, puro embrujo sevillano y que me perdonen los trianeros por no haber escrito “puro embrujo trianero”. Ellos van de por libre, sin ataduras centralistas y capitalinas, respirando la libertad a orillas del Guadalquivir. Ellos son Trianeros y a Sevilla van de visita o acompañando en la “madrugá” a su Virgen,
En una de sus calles más populares, San Jacinto y en una típica taberna, hay una cerámica que refleja y resume como nadie el sentimiento de las gentes de Triana. En ella está escrito:
«En Triana, SOLEDAD,
sólo es un nombre.»
Tela, tela, casi “na”
Espero, Pasión, que si nunca la has descubierto, lo hagas alguna vez.
Saludos
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