Fiesta hasta mañana.

Había preparado un nuevo comentario sobre el Alakrana, en el que dejaba muy claro que me sentía contento por el desenlace final de los secuestrados, al tiempo que me despachaba a gusto contra el Gobierno y algunos de sus ministros/as. También opinaba que un gobierno del PP tampoco hubiera enmendado la plana a Zapatero. Son todos tan malos gestores…

En segundo lugar cargaba contra los principales causantes de este secuestro que son, en mi opinión, los armadores vascos del barco y el patrón. Los unos, miserables donde los haya, por haber demostrado que no les importó nada poner en riesgo, como luego se demostró, la vida de los marineros, al permitir, que por conseguir más capturas, su barco saliera de la zona marcada como “segura”. Del patrón del barco, más de lo mismo, tan pesetero, ruin y desaprensivo con “su” tripulación como el armador. Seguro que había comisiones por medio. Creo que la justicia española debería actuar muy seriamente contra estas personas vascas, inmorales donde las haya, y desear que todo el peso de la ley caiga sobre ellos, por ser (voy a ser generoso) los “supuestos” culpables de TODO.

Para colmo, el cinismo de todos los días. Odiamos a España, no se cansan de decir, nos negamos a llevar su bandera en nuestros barcos, nos saltamos las normas internacionales del mar a la torera porque nosotros no somos españoles, pero ahora como nos han “trincao” que venga España, negocien paguen y nos salven del todo. En fin, así han actuado estos impresentables.

Luego terminaba sobre la opinión cada día más generalizada de que muchos españoles, estamos muy hartos de la mayoría de los vascos y que se les debería concederles la independencia total y absoluta, lógicamente después de haber devuelto a España un justiprecio. Me refería también al enorme deseo de muchos de que nos dejaran tranquilos para podernos olvidar de su calculada y ambigua doble moral o amoralidad, su victimismo, sus estúpidas prepotencias y sobre todo ahorrarnos los dineros que tanto nos cuestan. Seguía diciendo que sería curioso verles independientes, libres de España, en la futura república de Euskadi. Veríamos ejemplos muy ejemplarizadores, por ejemplo, ¿qué tal De Juana, como defensor del Pueblo o Ministro de Justicia? Eso sin hablar de las "ostias" que en el parlamento vasco iba a ver todos los días.

Ponía el punto final diciendo que una parte muy importante de ese pueblo no está preparada para vivir en sociedad y el odio se ha enquistado entre ellos. Son agresivos. Mal futuro les espera. Pero nosotros, los españoles, vernos libres de ellos… ¡qué alivio!

En la última línea hacia una breve referencia al inevitable cambio de domicilio social y fiscal del BBVA, Iberdrola y alguna más. Eroski y el resto del Grupo Mondragón, ya se sabe pasaban de vender en “casa” a exportar y aunque es parecido no es lo mismo, sobre todo mientras les llegaría la integración en Europa. Creo que la hacienda vasca, algo iba a perder. No sé.

Pero todo lo decía con demasiada palabrería, me había extendido en exceso; en definitiva era un auténtico “ladrillazo” y para aguantar esos menesteres creo que estamos ninguno.

Como podéis comprobar, hoy no sé de qué escribir; así que me tomo fiesta y esperaré a mañana que con toda seguridad se me ocurrirá algo, aunque para ello, tenga que recurrir a mis anécdotas. Alguna recordaré o… quién sabe, a lo mejor en unas horas me ocurre o me entero de algo interesante y os lo cuento.

Ahora sí, pongo el punto final, no sin antes recordar y dejar bien claro, que hay muchos vascos que merecen todos los respetos y mis palabras tienen como destino final, al nacionalismo vasco, primos incluídos, tanto el “supuestamente” civilizado como el radical. Al final, son gotas hermanas de una misma agua.

Hasta mañana.