sábado, 19 de diciembre de 2009

¿Censura? No, por favor.




Antes de empezar, he de dejar constancia que aunque ocurre en la mayoría de los cuadernos que visito, en casi todos y excepto en dos de ellos que me censuraron, todos los demás han publicado lo que en ellos había comentado. Aunque, dicho esto, también es cierto que cada día llevo peor participar en muchos “blogs” que están sometidos a censura previa. Hay otros, sin embargo, que no me importa. Considero más importante participar que estas pequeñas cosas.

No obstante, nunca he entendido bien esa costumbre de convertirnos en censores y permitir o rechazar la publicación de un comentario ajeno por el mero hecho de ser los “dueños” de unas páginas.

Abrimos las puertas de nuestra casa a los demás y todos estamos encantados con que nos visiten y escriban lo que cada uno quiera, pero al tiempo ponemos un filtro y si algo no nos parece adecuado, lo censuramos convirtiéndonos en jueces y no lo publicamos. Insisto, no tiene demsiada importancia pero no me gusta.

Puede ocurrir que algún escrito, ofenda nuestra sensibilidad, el buen gusto o las más elementales normas de convivencia. Creo que no pasa nada que se publique automáticamente, sin aceptación previa porque tenemos la solución en nuestras manos. Si el escrito es grosero, insultante etc. una vez que lo hayamos visto que se ha publicado, tenemos en nuestra mano el poder eliminarlo y así se acaba la historia. Aunque dependiendo siempre de lo que se ha escrito, soy partidario de no hacerlo y dejar que siga publicado y de esta manera el impresentable de turno nos deja su retrato e identidad. El solito posiblemente se avergonzará el día después. Jamás quedaremos nosotros mal, en todo caso él lo tendrá peor al mirarse en el espejo de sus escritos cada mañana.

Por el contrario, creo que a veces hay que saber sufrir y aguantar las criticas aunque no nos gusten, porque el que nos escribe también tiene su verdad y nos la está diciendo aunque no coincida para nada con la nuestra. Siempre debemos tener presente que la suya (su verdad) es tan respetable, como la nuestra.

¡Por favor! no nos convirtamos en jueces y parte, poniéndonos la venda antes de hacernos la herida y si alguna vez fuera necesario pensemos que debemos estar por encima de quienes supuestamente intentan ofender. A veces nos hace falta darnos cuenta que lo que nos escriben en concreto en alguna ocasión, es porque no están de acuerdo con nuestros planteamientos y con libertad nos lo confiesan

Como siempre, he expresado mi opinión y no sé hasta qué punto tengo derecho a expresar lo que acabo de escribir, cuando hay personas que generosamente me abren todos los días las puertas de sus cuadernos. Al fin de cuentas, cada cual es muy libre de hacer en su casa lo que mejor le parezca.

Saludos.

5 comentarios:

Elena dice...

Hola Fernando.
Yo soy una de las que tiene habilitada la moderación de comentarios.
No tengo por qué justificarme, ya que "El callejón de la prisa" es mío y en él se publica lo que yo quiera.
No obstante te diré mis razones:
Soy una perfeccionista, tanto en lo que escribo, como en la estética del blog, por lo tanto me incomodan los comentarios ajenos a los temas que trato en las entradas y que afean la armonía que pretendo en su conjunto.
Un día encontré un comentario de una banda musical que pretendía usar "El callejón" para hacerse publicidad. Lo borré.
Otro día borré dos comentarios que me insultaban por participar en otro blog.
Y el último fue borrado porque se trataba de un compañero de trabajo de mi marido que, al no ser capaz de decirle a él en la cara lo que pensaba, usaba un seudónimo y mi blog para insultarlo.

Como comprenderás, no puedo tolerar que se use mi casa para estas gamberradas.

Aceptaré que se critique mi forma de escribir, los temas tratados e incluso la forma de tratarlos, pero nunca que se use mi blog para insultarme.

Un beso.

Fernando dice...

Lo dejé bien claro, Elena, que cada uno es muy libre de hacer en su casa lo que crea más conveniente y siempre lo voy a respetar. Otra cosa es que a veces haya criterios que no comparta en su totalidad o parcialmente. Pero creo que es normal que se produzcan discrepancias en temas concretos y exponerlos no hace, en mi opinión, otra cosa que manifestar una confianza en las personas con las que diariamente nos relacionamos. Sería muy aburrido el pensamiento único.

Por supuesto que no hay por qué aguantar ninguna gamberrada e insulto y bien claro lo dije igualmente y añadí que siempre tenemos la opción de no publicar o eliminar una vez auto publicado. Todo es válido dependiendo de nuestro criterio.

En mi comentario y menos con la única persona que tengo intercambio de puntos de vista, no buscaba ninguna justificación, ¡Dios me libre! tan solo y como hago siempre, expresaba un sentimiento personal.

Espero que mi comentario no de lugar a ninguna mala interpretación. Nada más lejos de mis deseos que se hubiera producido o se produzca y mis disculpas sinceras si ha ocurrido.

Un beso.

Julia dice...

Hola Fernando,
estoy totalmente de acuerdo contigo, no veo necesidad alguna de poner trabas a quienes quieran dejarnos comentarios, aunque lógicamente también respeto a quienes decidan ponerlas, cada cual deber ser libre de hacer lo que quiera en su blog, faltaría más. Sin embargo, creo como tú en que no ofende quien quiere sino quien puede y en muchas ocasiones quienes tratan de insultar quedan insultados por sus propias palabras. Si algo tiene de mágico y fascinante esto de los blogs, es precisamente poder debatir ideas y puntos de vista. Y para ello no hace falta insultar ni ser insultado, solo se trata de que cada cual pueda exponer lo que piensa y siente y los demás puedan rebatirlo o compartirlo, porque las palabras dicen mucho de cada uno de nosotros aunque lo determinante sean los hechos ya que las palabras puede que se las lleve el viento.

Un abrazo

Fernando dice...

Ante todo, Julia, MI BIENVENIDA MÁS CORDIAL a este cuaderno (no me gusta nada emplear términos ingleses, sigo anclado en aquellos bachilleres “muy nuestros” de hace muchos años) Me sentiré muy alagado y contento de leerte por aquí cuando así lo quieras.

Comparto cuanto dices como lo hago igualmente con los que piensan que su decisión es la más idónea. Ambas lo son.

Modestamente, ya ves, sigo adelante con mi cuaderno. Tengo muy pocas visitas pero no me desanima nada. Son escasas las personas que deciden venir a escribir aquí, pero son las mejores y eso ya es suficiente

Sigo en mi línea de comentar cosas, que entiendo, son de escaso interés y que suelo mezclar a veces, con reflexiones personales de sentimientos humanos que me resulta imposible no comentarlos y donde creo se nota la impronta que mamé en mis años jóvenes y a la que nunca renunciaré desde la libertad que me da mi total independencia y alejamiento voluntario e irrenunciable de personas y siglas, como creo que alguna vez he reflejado en tu cuaderno.

Gracias de nuevo, Julia. Siempre serás bienvenida.

Un abrazo.

Fernando dice...

En mi anterior respuesta a Julia, se me escapó un "alagado" que chirría del todo. Quedaba mejor y más bonito: «HALAGADO» pero lo escribí mal.

GRACIAS.