martes, 15 de diciembre de 2009

«El dinero no da la felicidad»


Sólo faltaba que los ricos pudieran comprar la felicidad con dinero.









Y se sigue escuchando todos los días y a cualquier hora. Siempre hay gente que vive muy bien, que tienen dinero, e intentan convencer a los demás, que las riquezas son secundarias, que no sirven par nada y que el dinero nunca da la felicidad. Pero curiosamente nunca vi a nadie de ellos desprenderse de sus fortunas, repartirlas entre los necesitados e irse a vivir en plan anacoreta buscando la felicidad junto a los que no tienen nada, salvo su dignidad y su verdad, que aunque les intentemos convertir en esclavos, la siguen teniendo.


Es igualmente curioso que jamás se lo oyéramos decir a ningún pobre ¿Por qué será? ¿Les escuchasteis decir al gorrilla que nos busca un hueco para aparcar el coche? ¿Lo oísteis alguna vez comentar en algún comedor social y caritativo de comida gratuita? Y quizá ¿lo dijo esa madre que busca comida para sus hijos, en los contenedores de basura? NO, NUNCA. A nadie se escuchó decir que el dinero no da la felicidad, aunque sea cierto que no la da a veces.


Muchos estarán ya desempolvando la máscara de caridad, toca hacerlo en estas fechas, irán repartiendo sonrisas y algún alimento que generalmente han dado otras personas. Irán caritativamente a dárselo a los pobres para que al menos en Navidad puedan comer algo mejor. Aparte de humillarles, les soltarán unas estúpidas, huecas y falsas palabras de solidaridad, faltas de humanismo y caridad; inútiles como la de la madre que les parió y con la mejor de las sonrisas, hasta puede que les den la mano en la despedida que luego correrán rápidamente a lavárselas. Ya se sabe, los pobres contaminan, son sucios, no se lavan.


Pues sí, ricos del mundo, ¡JODEROS!, porque aparte de ser cierto, que el dinero no siempre da la felicidad; menos piarla y ya sabéis. Corred a buscar la vuestra en los basurales, en los chabolas sin agua, sin luz, pero con ratas; entre los marginados, entre los viejos que duermen en la calle tapados con cartones, entre los mendigos que un día no dejaron sacar a vuestros hijos dinero de un cajero porque estaban durmiendo en él. Seguir buscando entre los niños desnutridos, entre las putas de muchos años, integraros en esa vida de esclavitud y dejar la vuestra que según decís no os da la felicidad y así dad la oportunidad con vuestra generosidad para que algunos dejen de pasar hambre.


Y lo sigo sintiendo, pero como nacistéis exactamente igual que un pobre y vais a morir exactamente lo mismo, tenéis que seguir aguantando ser ricos aunque os resulte, ¡pobrecitos!, terriblemente desgraciado serlo. Tenéis el dinero por castigo.


Sería por estas fechas casi navideñas. Mi recuerdo es de hace ya muchos años, y la frase del comunicador catalán, Alberto Oliveras, en un magnífico programa solidario de radio de la época, “Ustedes son formidables”. A unos, les agradeció su aportación para la obra social caritativa que pretendía y a otros ante la lamentable falta de solidaridad de un grupo de millonarios de la época, les deseó:“Que Dios les aumente sus fortunas” Y añado yo. Y que no sean tan hijos de puta de intentar convencer a un pobre de que el dinero no da la felicidad, porque aparte de ser cierto, no tienen ningún derecho a hacerlo ni a decirlo. Y además, ya saben la solución si quieren salir de ese “infernal” mundo sonreído por la diosa fortuna. No hay que ir a África ni la India para ver pasar hambre. Si quieren, a lo vuelta de la esquina lo pueden encontrar en su misma ciudad.


¡SEAMOS SOLIDARIOS CON NUESTROS SEMEJANTES TODOS LOS DÍAS DEL AÑO!




4 comentarios:

Elena dice...

Magnífica entrada Fernando. Se te ve muy guerrillero hoy, pero creo que los ricos no tienen la solución que buscas, más bien la tienen los gobiernos que mucho hablan y poco hacen.
A mí también me hace mucha gracia la frasecita "el dinero no da la felicidad", cierta es, pero ¡anda que no ayuda!
Es que los ricos, como no tienen problemas de comodidades ni alimentación, se crean otros problemas. ¡Ay que joderse!

Un abrazo.

Fernando dice...

Hola, Elena. Antes de contestarte, déjame que te recuerde tu comentario sobre las ganas e ilusión que tenías por pasar frío. ¿Estás segura? ¿Sigues con ese malvado pensamiento? ¿Sabes que para el domingo, Maldonado el de la tele en la Red, anuncia -14º, para estas tierras? En el AVE en poco tiempo puedes disfrutar de un magnifico día frío en Burgos, por ejemplo o en Soria, que también en frío: "Ni te la imaginas", como dice su eslogan

Pero volviendo a tu amable contestación sobre mi comentario, lo malo, es eso, Elena, nos pasamos la vida hablando y haciendo más bien poco y mientras tanto... seguimos lamentándonos en nombre de los demás y sin hacer nada. Hoy habrá miles de muertos por hambre y miseria y mañana más y al otro lo mismo… Y yo el primero, que me pondré a mirar para otro lado, que conste.

No sé quien tiene la solución, pero no se puede permitir que la gente muera por hambre y NO PASE NADA. Es inmoral, entre otras miles de cosas más, que así ocurra.

Gracias por tu visita.

Elena dice...

¡Ayssss, Fernando!
Ese frío no quiero ni verlo, mucho menos sentirlo, jajaja..
Lo que pasa es que prefiero el frío al calor, eso sí, el frío cordobés al calor cordobés.
No veas los veranitos que pasamos por aquí, to el día suda que te suda.

Un beso.

Fernando dice...

Como quieres, Elena. Tú te lo pierdes. No digas luego que no te invité al Polo Norte.

Sólo un último apunte que no sé si alguna vez te he comentado. Llevo dos años de nuevo en mi tierra pero los ocho anteriores los pasé en Sevilla. Tamnpoco aguanté mal el calor. Así que experiencias de un signo u otro tengo todas.

Un beso.