jueves, 3 de diciembre de 2009

Canto a la libertad - J.A. Labordeta




Inevitablemente a veces tengo necesidad de mirar para atrás y recordar aquellos años llenos de ilusión y de esperanza que luego algunos vividores convirtieron en fraude y engaño.

Muchos éramos jóvenes y otros no tanto, que de todo había; pero viviendo por igual, con enorme expectativa el «día siguiente» porque sabíamos que iba a llegar y que podía, ¡por fin! ser diferente al anterior. Se respiraban aires nuevos de LIBERTAD, todos soñábamos en ir cogidos de la mano a su encuentro porque creíamos en esa nueva mañana.

En la espera, nos lo hicieron pasar duro en muchas ocasiones, pero había merecido la pena, podíamos estar en primera línea, ser los primeros testigos en ver la llegada de la bandera de la libertad. No podíamos imaginar en aquellos esperanzadores momentos, que tan grandilocuente concepto, libertad, no existe. Sólo existía en nuestra mente y solamente pudimos alcanzarla y acariciarla al soñar. A muchos nos vendieron pura quimera; nuestros sueños republicanos se desvanecieron día a día. Fueron listos los que se habían preparado o se arrimaron corriendo para vivir del nuevo engaño y cuento político.

Y como nos dijo un día, el poeta gaditano JJ Téllez en las puertas de la Base Militar Americana de Rota a miles de personas y rodeados, por cierto, de cientos de policías nacionales y guardias civiles amén de un montón de helicópteros sobrevolando bajo para impedir la audiencia del manifiesto (¿A qué tendrían miedo?) «Aquí estamos, contra viento y marea, los mismos de siempre: los iluminados, los tontos útiles, los compañeros de viaje de los cantamañanas…» y así nos sentimos ante el espectáculo lamentable que vemos en TODA la clase política. Pero ya somos muchos, los que hemos dejado de ser compañeros de viajes de lo cantamañanas políticos y perdón por la repetición, porque con pagarles su buen vivir, su mejor comer y saludable cagar ya tenemos bastante. Ya tienen ellos mucho más de lo que como chusma merecen.

Desde mi independencia y ausencia de compromisos, jamás renunciaré a mis principios. Sé que algún tonto, en circunstancias similares y a personas significativas les intentará encajar en algunas siglas. Así lo tienen más fácil. Es muy habitual que ocurra, mucho más de lo que nos parece. Es más cómodo encasillar que pensar.

Para terminar, quiero expresar mi solidaridad total y absoluta con Aminetu Haydar y todo el pueblo saharaui y deseo se cumplan los sueños de LIBERTAD de sus gentes y de ella misma; aunque me temo, que no se cumplirán nunca. Priman otros bastardos intereses.

Hoy de la mano de Labordeta, quiero cantar con él; con todos los que quieran ayudar a empujar el carro de la esperanza, con Haydar y todo su pueblo, y con todos los que anhelan seguir soñando siempre: «CANTO A LA LIBERTAD»


4 comentarios:

Elena dice...

Por la libertad.
Porque todos los pueblos algún día sean libres.
Un abrazo.

Fernando dice...

Elena, también alzo mi copa y brindo por la libertad.

Aunque me temo que "LIBERTAD" no figura en la agenda de ningún político del mundo.

Lo repito nuevamente, creo que sólo somos libres al soñar y al morir.

Un abrazo

Alvaro Tilo dice...

No podría enmendar nada de lo que has escrito sobre la libertad. Quizá añadir algo poco diferente a lo tuyo.

Me han venido imborrables recuerdos de Labordeta y de un concierto al que asistí hace ya muchos años, al final todos juntos le acompañamos en su Canto a la Libertad. Muy acertado el tema y el vídeo supeior.

Un abrazo

Fernando dice...

Gracias, Alvaro, por tu visita.

Me alegro que el tema y el vídeo te hayan hecho recordar tiempos pasados. Siempre es agradable mirar para atrás alguna vez.

¿Cuándo te animas a abrir tus propias páginas?

Un cordial saludo. Un abrazo.