Si las piedras hablaran...: Son como buitres... (I)

Me cuesta odiar, no es fácil llegar a ese estado en que rompes las barreras de lo supuestamente racional y llegas a ese nivel con algunas personas.

Hay un colectivo que me resulta imposible no hacerlo. Son los «subasteros», esos buitres despiadados que andan buscando a las personas a las que la vida y la fortuna les ha dado fuerte, lo han perdido todo y por cuatro euros se quedan con sus viviendas que tanto sudor les costó sacar adelante y que al final, fracasaron en su intento. Son despiadados, no les importa nada (siempre cuentan con la ayuda de algún banco o cajas de ahorro) pasan pisoteando la dignidad de seres humanos, la poca que a veces queda, después de un fracaso grave.

Son despreciables, pero a pesar de todo, están a años luz, de los banqueros y bancarios, de los dirigente las cajas de ahorro, incluidas las de la Iglesia Católica. Los primeros existen porque cuentan con el apoyo y respaldo de los don fulanitos de turno; impecables ellos, siempre con traje y corbata, perfume francés, BMW última generación, yate y avión privado etc. etc. Estos son peores, los más sádicos, los más despiadados ante el fracaso huamno. Hasta cobraron comisiones por hacer ingresos a los damnificados de Haití… ¿Qué se puede esperar de ellos? Pero salen en la prensa, les entrevistan en TV y dan una perfecta imagen de honradez, lealtad patria y solidaridad por encima de todo, aunque algunos vayan a cobrar 80 millones de euros, como gratificación especial por jubilarse, mientras muchas viudas no llegan a los 400 euros al mes.

Pues sí, se complementan. Hay trabajos sucios en los que viene muy bien tener a unos desalmados pantalleros, mientras ellos, inmaculados ciudadanos, comprando voluntades y en la retaguardia. ¡Ah! Y cuando pitan bastos, les encanta que todos los españoles, les regalemos dinero para sanear sus cuentas y asi no disminuir sus beneficios.

Dependiendo de donde les interese actuar, siempre tienen su equipo de perros de presa dispuestos a todo. Puede incluso que sean personas cualificadas e importantes, pero al final, haciendo los unos y los otros el mismo trabajo sucio, en beneficio del amo.